miércoles, 27 de febrero de 2013

PIENSAN QUE SOMOS TONTOS


El problema de la corrupción en los políticos es la mayor preocupación para los ciudadanos de este país. Esto, que debería preocupar a todos los partidos, y esforzarse en solucionarlo, no parece que sus intenciones vayan por ahí.


Me explico, cada día nos levantamos con noticias de los casos ya conocidos y de otros que van apareciendo. Pero cuando la ciudadanía espera reacciones contundentes y ejemplarizantes por parte de los máximos dirigentes, se reduce a negarlo todo y a reclamar la "presunción de inocencia".

La presunción de inocencia, en la via judicial es un derecho que evidentemente hay que respetar. Pero la responsabilidad política debe ser inmediata, desde el primer momento en que surgen las acusaciones, o se demuestra que no tienen fundamento, o la reacción tiene que producirse, por higiene política.

Ejemplos tenemos para todos los gustos, en Asturias parece ser que la única responsable del desastre es una funcionaria, Marta Renedo. ¿Alguien que conozca someramente el funcionamiento de la administración lo puede creer? ¿Quien firma las resoluciones que autorizan los gastos? ¿Acaso los/as consejeros/as de turno las firman sin leerlas? ¿Para que sirven entonces los cargos de confianza, nombrados por los políticos? ¿Nadie sospechaba nada de lo que estaba ocurriendo? Mas bien creo que la manera de hacer las cosas en el gobierno socialista, que practica habitualmente el clientelismo mas obsceno,da lugar a este tipo de corruptelas que son asumidas por todos de manera natural. Así nos luce el pelo y ahora cuando el escandalo es mayúsculo y salen a la luz los trapos sucios lo único que hacen es negarlo todo y se quedan tan panchos.

Seguimos con el Niemeyer, aqui por lo visto tampoco sabían nada, y dejaban hacer a Natalio Grueso, sin preguntarle siqiera en que se estaban gastando millones de euros y por qué el déficit aumentaba sin control. Cuando a una asociación de mujeres, por ejemplo, se le da una subvencion de 500 euros tiene que justificar hasta el último euro, devolviéndole a veces la factura hasta tres veces porque se cosidera que no está correcta. Aquì si funcionan los contrles, como debe ser, ¿por qué entonces no funcionan en estos otros casos? Evidentemente porque no interesa, porque hay altos cargos políticos de por medio y los funcionarios obedecen ordenes. Los responsables de estas prácticas son los políticos que las han institucionalizado.

Ahora nos vienen con la ley de transparencia; si se limita a la publicación de la declaración de la renta, estamos listos. ¿Acaso el dinero negro se declara? Los políticos deben justificar cómo han pagado su patrimonio, si sus familiares en primer grado tienen empresas ver la comparativa entre la facturación de los años anteriores y los actuales, ver con que empresas facturan y si esas empresas tienen contratos con la administración y cuantas medidas sean necesarias para evitar los casos de prevaricación.

Con respecto a la comisión parlamentaria que trata el caso Marea, los ciudadanos sentimos vergüenza ajena, impotencia y la sensación de que nos están tomando el pelo. Malo que los implicados no contesten a las preguntas, ¡pero que no se les hagan preguntas, es el colmo!

En otro articulo seguiremos hablando de otros casos, que hay para un libro entero. Mientras tanto seguiremos saliendo a la calle, que es lo que nos queda para poder acabar con toda esta patulea de políticos que ensucian la política y desprestigian a los verdaderos políticos, que los hay, que entienden la política como servicio a la sociedad, y no como medio para enriquecerse.

Salud y República

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